EL LIDERAZGO EDUCATIVO COMO MODELO DE GESTIÓN ORGANIZACIONAL
Cuando se habla de mejorar la escuela, los directores
ejercen un papel importante, ya que éstos deben organizar prácticas pedagógicas
en los centros de estudio a manera de incrementar los resultados de aprendizaje
en los estudiantes.
Por lo tanto es necesario revisar el dominio que
manifiesta el liderazgo educativo ya que los propios directivos han tenido
escasa influencia para incidir en la mejora de las prácticas docentes dentro de
la escuela.
Dentro de la investigación educacional, el liderazgo
es de suma relevancia, por lo que se espera que los directores creen o generen
ambientes adecuados para los docentes, donde éstos puedan aplicar estrategias
didácticas y de evaluación de aprendizajes acordes a la nueva era de enseñanza
y desarrollo, según los nuevos enfoques.
Por lo tanto, mejorar la calidad de los directores es
un enorme desafío a nivel internacional, y por ello los países se ven en la
obligación de considerar al liderazgo como un eje central en sus reformas
educacionales.
Dentro de todo esto es preciso tomar en cuenta los
siguientes aspectos:
· Mayores atribuciones y responsabilidades a los
líderes escolares.
· Desarrollar políticas públicas sobre mejora y
efectividad escolar.
· Desarrollar políticas en liderazgo para el
mejoramiento educativo.
· Desarrollar marcos legales e institucionales que
regulan la identificación, selección, desarrollo y retención de los líderes en
el sistema educativo.
Robinson
(2009) afirma: “el liderazgo educativo es aquel que influye en otros para hacer
cosas que se espera mejorarán los resultados de aprendizaje de los
estudiantes. Lo que significa, conformar
un modelo organizacional capaz de fundamentar, diseñar e implementar acciones
que fortalezcan el rol del líder escolar a partir de la investigación,
innovación y la experiencia práctica en escuelas y colegios del país.
A las
puertas del siglo XXI, la integración de las tecnologías, la inclusión y el
desarrollo integral de los estudiantes, son grandes y mayores desafíos a los
cuales tanto los directores como los docentes se ven en la necesidad de
responder, adaptarse y por ende, actualizarse constantemente.
Las
escuelas o colegios deben garantizar los necesarios aprendizajes a los
estudiantes, y todo líder educativo debe centrar sus esfuerzos en lograr dichos
aprendizajes. Es decir, una buena
educación, la cual debe ser, por supuesto, integral.
Vislumbramos
entonces, que cuando las gestiones de los directores se resumen únicamente a
las áreas administrativas, la responsabilidad del aprendizaje de sus
estudiantes queda en segundo plano. Es
aquí que “el liderazgo debe ser para el aprendizaje”, para así obtener buenos
resultados en la escuela.
El líder educativo, ¿nace o se hace?
Es necesario desarrollar un estilo de liderazgo
personal durante toda la carrera docente.
Para ello, según un estudio publicado en Inglaterra llamado “Pasión e
Intuición”, concluyó con lo siguiente:
· El papel del director es un factor central en la
eficacia escolar.
· El liderazgo se debe concebir sobre un modelo con
los componentes esenciales de una persona eficaz.
· Las propias experiencias favorecen la
disposición de asumir riesgos y un pensamiento creativo.
· La carrera le enseña a los líderes educativos la
satisfacción de ganar, pero la historia de vida de cada uno fortalece el deseo
de no perder.
· El carisma, la consideración individual,
estimulación intelectual, inspiración y la tolerancia psicológica, son algunas
de las dimensiones que caracterizan a un líder educativo.
Es así
pues, que todo líder, háblese de directores, docentes y autoridades educativas,
deben utilizar sus conocimientos y habilidades con un fuerte sentido de la
confianza, aplicando su experiencia y su sabiduría para cuestionar la realidad
de su establecimiento e intervenir para modificar dichas realidades,
implementando espacios de debate y la difusión de prácticas para mejorar los
resultados organizacionales, enfocándose en potenciar el desarrollo de
competencias actitudinales.
El liderazgo directivo y la situación internacional.
Lo que se necesita para desarrollar líderes en el
contexto escolar, según el estudio realizado en 2010 por Barber, Whelan y
Clark, es lo siguiente:
· Identificar a líderes potenciales y los
mecanismos informales bajo los cuales son formados y provistos de oportunidades
en sus escuelas.
· Facilitar oportunidades a los líderes
potenciales para que realicen cursos orientados a formar sus capacidades e
interés en ser líderes.
· Guiar y apoyar proactivamente la carrera de los
líderes potenciales para que adquieran experiencias progresivas de liderazgo al
asumir roles en la escuela.
Siendo los
sistemas escolares más efectivos los que se orientan en la tercera aseveración,
ya que utilizar diversas estrategias para lograr el posicionamiento efectivo de
los líderes escolares, tomando en cuenta, las oportunidades que ofrezcan para
que los líderes se complementen con cursos o programas de formación; salarios
altos y la posibilidad de ser un líder escolar aún cuando no se provenga de un
área relacionada con la educación.
El liderazgo educativo y la situación nacional.
Según el documento, en Chile, las políticas de
liderazgo educativo son relativamente recientes. Tras la modificación de la Jornada Escolar
Completa (Ley 19.979) en el año 2004, se hace preciso el rol directivo y sus
funciones, inclinando la figura de dicho líder hacia el liderazgo pedagógico, y
no solamente administrativo.
Entonces, las funciones del líder escolar implican
transformar las prácticas tradicionales dentro de la escuela, con el fin de
mejorar la cultura organizacional. Por
lo que las actuales leyes en dicho país pretenden atraer a los mejores
profesionales para que opten a cargos de liderazgo dentro del sistema educativo
escolar, estableciendo criterios de selección y condiciones laborales.
Chile se destaca en la formación de liderazgo de
directores, jefes de UTP, inspectores y otros mediante acciones formativas,
considerando dicha formación en torno al trabajo grupal, incluyendo herramientas
de articulación y definición de planes de trabajo interno y el monitoreo, la
resolución de conflictos y los mecanismos de comunicación interna, elementos
claves en la mejora de la escuela y el aprendizaje de los alumnos.
Comentario personal:
Por lo tanto, considero prudente tomar en muy cuenta
la gestión que todo directivo realiza al interior de su establecimiento, ya que
de ello dependerá medularmente que los docentes realicen sus funciones adecuada
y asertivamente.
Si un
director no se interesa por el trabajo que desempeñan sus maestros, el
propósito del aprendizaje es vacío y sin sentido, ya que no se estaría
regulando ni supervisando los contenidos de los cursos que se imparten, y por
ende, no habría una evaluación objetiva, lo cual, en resumidas cuentas,
significaría una pérdida de tiempo para el estudiante, pues no adquiere
aprendizajes significativos, los cuales son el objeto principal de la
educación, a fin de que completen, cumplen y logren las competencias
establecidas para los distintos niveles educativos escolares.
En resumen, todo director tiene la obligación de
facilitar cursos, charlas, plenarias y demás actividades que proporcionen
herramientas a los docentes para que éstos sean líderes educativos también,
para cada uno de los estudiantes con los cuales tiene interacción cotidiana,
sin olvidar el aporte valorativo que conlleva generar las condiciones internas
apropiadas en la escuela, colegio o instituto.
*Besel García.
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