lunes, 5 de noviembre de 2018

El Liderazgo Educativo como modelo de gestión organizacional.




EL LIDERAZGO EDUCATIVO COMO MODELO DE GESTIÓN ORGANIZACIONAL


       Cuando se habla de mejorar la escuela, los directores ejercen un papel importante, ya que éstos deben organizar prácticas pedagógicas en los centros de estudio a manera de incrementar los resultados de aprendizaje en los estudiantes.

      Por lo tanto es necesario revisar el dominio que manifiesta el liderazgo educativo ya que los propios directivos han tenido escasa influencia para incidir en la mejora de las prácticas docentes dentro de la escuela.

         Dentro de la investigación educacional, el liderazgo es de suma relevancia, por lo que se espera que los directores creen o generen ambientes adecuados para los docentes, donde éstos puedan aplicar estrategias didácticas y de evaluación de aprendizajes acordes a la nueva era de enseñanza y desarrollo, según los nuevos enfoques.

         Por lo tanto, mejorar la calidad de los directores es un enorme desafío a nivel internacional, y por ello los países se ven en la obligación de considerar al liderazgo como un eje central en sus reformas educacionales.

           Dentro de todo esto es preciso tomar en cuenta los siguientes aspectos:

·        Mayores atribuciones y responsabilidades a los líderes escolares.
·        Desarrollar políticas públicas sobre mejora y efectividad escolar.
·        Desarrollar políticas en liderazgo para el mejoramiento educativo.
·       Desarrollar marcos legales e institucionales que regulan la identificación, selección, desarrollo y retención de los líderes en el sistema educativo.

Robinson (2009) afirma: “el liderazgo educativo es aquel que influye en otros para hacer cosas que se espera mejorarán los resultados de aprendizaje de los estudiantes.  Lo que significa, conformar un modelo organizacional capaz de fundamentar, diseñar e implementar acciones que fortalezcan el rol del líder escolar a partir de la investigación, innovación y la experiencia práctica en escuelas y colegios del país. 

A las puertas del siglo XXI, la integración de las tecnologías, la inclusión y el desarrollo integral de los estudiantes, son grandes y mayores desafíos a los cuales tanto los directores como los docentes se ven en la necesidad de responder, adaptarse y por ende, actualizarse constantemente.

Las escuelas o colegios deben garantizar los necesarios aprendizajes a los estudiantes, y todo líder educativo debe centrar sus esfuerzos en lograr dichos aprendizajes.  Es decir, una buena educación, la cual debe ser, por supuesto, integral.

Vislumbramos entonces, que cuando las gestiones de los directores se resumen únicamente a las áreas administrativas, la responsabilidad del aprendizaje de sus estudiantes queda en segundo plano.  Es aquí que “el liderazgo debe ser para el aprendizaje”, para así obtener buenos resultados en la escuela.

El líder educativo, ¿nace o se hace?
          
        Es necesario desarrollar un estilo de liderazgo personal durante toda la carrera docente.  Para ello, según un estudio publicado en Inglaterra llamado “Pasión e Intuición”, concluyó con lo siguiente:

·      El papel del director es un factor central en la eficacia escolar.
·     El liderazgo se debe concebir sobre un modelo con los componentes esenciales de una persona eficaz.
·    Las propias experiencias favorecen la disposición de asumir riesgos y un pensamiento creativo.
·    La carrera le enseña a los líderes educativos la satisfacción de ganar, pero la historia de vida de cada uno fortalece el deseo de no perder.
·  El carisma, la consideración individual, estimulación intelectual, inspiración y la tolerancia psicológica, son algunas de las dimensiones que caracterizan a un líder educativo.

Es así pues, que todo líder, háblese de directores, docentes y autoridades educativas, deben utilizar sus conocimientos y habilidades con un fuerte sentido de la confianza, aplicando su experiencia y su sabiduría para cuestionar la realidad de su establecimiento e intervenir para modificar dichas realidades, implementando espacios de debate y la difusión de prácticas para mejorar los resultados organizacionales, enfocándose en potenciar el desarrollo de competencias actitudinales.





El liderazgo directivo y la situación internacional.

          Lo que se necesita para desarrollar líderes en el contexto escolar, según el estudio realizado en 2010 por Barber, Whelan y Clark, es lo siguiente: 

·    Identificar a líderes potenciales y los mecanismos informales bajo los cuales son formados y provistos de oportunidades en sus escuelas.
·     Facilitar oportunidades a los líderes potenciales para que realicen cursos orientados a formar sus capacidades e interés en ser líderes.
·  Guiar y apoyar proactivamente la carrera de los líderes potenciales para que adquieran experiencias progresivas de liderazgo al asumir roles en la escuela.

Siendo los sistemas escolares más efectivos los que se orientan en la tercera aseveración, ya que utilizar diversas estrategias para lograr el posicionamiento efectivo de los líderes escolares, tomando en cuenta, las oportunidades que ofrezcan para que los líderes se complementen con cursos o programas de formación; salarios altos y la posibilidad de ser un líder escolar aún cuando no se provenga de un área relacionada con la educación.  






El liderazgo educativo y la situación nacional.

        Según el documento, en Chile, las políticas de liderazgo educativo son relativamente recientes.  Tras la modificación de la Jornada Escolar Completa (Ley 19.979) en el año 2004, se hace preciso el rol directivo y sus funciones, inclinando la figura de dicho líder hacia el liderazgo pedagógico, y no solamente administrativo.

       Entonces, las funciones del líder escolar implican transformar las prácticas tradicionales dentro de la escuela, con el fin de mejorar la cultura organizacional.  Por lo que las actuales leyes en dicho país pretenden atraer a los mejores profesionales para que opten a cargos de liderazgo dentro del sistema educativo escolar, estableciendo criterios de selección y condiciones laborales.

       Chile se destaca en la formación de liderazgo de directores, jefes de UTP, inspectores y otros mediante acciones formativas, considerando dicha formación en torno al trabajo grupal, incluyendo herramientas de articulación y definición de planes de trabajo interno y el monitoreo, la resolución de conflictos y los mecanismos de comunicación interna, elementos claves en la mejora de la escuela y el aprendizaje de los alumnos.





Comentario personal:

                Por lo tanto, considero prudente tomar en muy cuenta la gestión que todo directivo realiza al interior de su establecimiento, ya que de ello dependerá medularmente que los docentes realicen sus funciones adecuada y asertivamente. 

Si un director no se interesa por el trabajo que desempeñan sus maestros, el propósito del aprendizaje es vacío y sin sentido, ya que no se estaría regulando ni supervisando los contenidos de los cursos que se imparten, y por ende, no habría una evaluación objetiva, lo cual, en resumidas cuentas, significaría una pérdida de tiempo para el estudiante, pues no adquiere aprendizajes significativos, los cuales son el objeto principal de la educación, a fin de que completen, cumplen y logren las competencias establecidas para los distintos niveles educativos escolares.    

                En resumen, todo director tiene la obligación de facilitar cursos, charlas, plenarias y demás actividades que proporcionen herramientas a los docentes para que éstos sean líderes educativos también, para cada uno de los estudiantes con los cuales tiene interacción cotidiana, sin olvidar el aporte valorativo que conlleva generar las condiciones internas apropiadas en la escuela, colegio o instituto.


*Besel García.

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