LIDERAZGO EDUCATIVO DEL PROFESOR EN EL AULA
Y LA PERSONALIZACIÓN EDUCATIVA
1.
Definiciones
de liderazgo:
“Manuel Lorenzo Delgado (2005, p. 371), dice: la
función de dinamización de un grupo o de una organización para generar su
propio crecimiento en función de una misión o proyecto compartido”. Lo que quiere decir, que el liderazgo depende
no sólo de la capacidad de elección y de influencia ejercida por una o varias
personas, sino también de los horizontes de referencia escogidos y de la
capacidad de orientar hacia los mismos y lograr que se compartan.
Es por ello que desde hace muchos años, la definición
de liderazgo ha sido tan relevante con el único objetivo de promover un cambio
de orientación en la enseñanza, que permita crear una escuela de calidad. Entiéndase por calidad, que se debe ofrecer a
todos los estudiantes la posibilidad de alcanzar un nivel de conocimiento y de
aprendizaje significativos.
Y aquí es donde nos preguntamos ¿en qué medida la
calidad formativa y el liderazgo interactúan entre sí? Y si es posible separar el liderazgo de la
educación o la pedagogía, y centrarse solamente en el liderazgo administrativo
u organizativo que ya es bien conocido.
2.
Liderazgo
instruccional y liderazgo centrado en el aprendizaje.
En el
contexto escolar, el liderazgo educativo es el que tiene la capacidad e
impulsar y orientar los esfuerzos para favorecer y mejorar los aprendizajes de
los estudiantes.
El liderazgo instructivo se centra en definir los
principales cometidos de los Directores, destacando tres en particular: la
definición de la misión de la escuela, la gestión del curriculum y de la instrucción
y la promoción de un clima escolar positivo de aprendizaje (Hallinger, 2003).
Por lo que las siguientes acepciones nos interesan
bastante:
-
El liderazgo transformacional – surgido por
evolución del liderazgo transaccional -, que busca acrecentar el desarrollo y
el éxito del sistema escolar promoviendo el cambio y el aprendizaje a través de
las diversas metas y capacidades que el líder ha de encarnar en sus relaciones interpersonales
(Avolio y Bass 2002, pp. 1-6)
-
El liderazgo distribuido, que sería una forma de
liderazgo transformacional (Krüger y Scheerens, 2012, p. 26). Se trata de un enfoque que se centra más en
las redes de las interacciones, los toles y la distribución de las
responsabilidades en las organizaciones escolares.
-
El liderazgo integrado, que es la combinación del
liderazgo transformacional y el liderazgo educativo compartido (Marks y Printy,
2003, p. 394).
Características del liderazgo instruccional:
·
Debe gestionar la escuela como una organización profesional
de aprendizaje que defina objetivos apropiados para todos los alumnos (Earley,
2011, p. 102).
·
Debe potenciar la profesionalidad de los
docentes, tanto dentro como fuera del aula (Blase y Blase 2004, p. 164).
·
Su éxito depende de la capacidad e “interiorización”
profunda de los objetivos por parte de los profesores (Day et al., 2011, p. 23).
·
Podría entrar en crisis si no hay convergencia de
las metas y los objetivos con los del “sistema” (Hallinger, 2010, p. 66).
Por lo que
no es suficiente la simple acción de los Directores, sino que en realidad es
muy necesario el compromiso de todos los “actores” escolares, y más que nada, de
los profesores, para así alcanzar un nivel adecuado de aprendizaje en la
escuela.
Es por esto
que el liderazgo vertical debe complementarse con el horizontal y poder también
medir el aprendizaje de los estudiantes.
Por lo tanto, es mejor hablar de liderazgo para el aprendizaje, el cual está
centrado en los alumnos, para no utilizar la expresión de liderazgo
instruccional.
Entonces,
para que exista un aprendizaje real, en preciso considerar todos los factores
que influyen en el ámbito escolar, como lo es los maestros, los directivos, los
estudiantes y la comunidad educativa en general. Por lo tanto, el liderazgo para el
aprendizaje podría ser visto como la evolución del liderazgo instruccional.
Hay que
hablar aquí de la organización que aprende, en referencia a la construcción de
una visión compartida, visiones del futuro, como un principio de inspiración,
donde la comunidad humana tenga la capacidad de dar forma a su futuro (Senge et
al., 2000, p. 21). Todo esto debido a la
participación de todas las personas que se incluyen en el proceso de
aprendizaje.
Y así llegamos
a las siguientes preguntas: ¿Qué metas permiten identificar cuál es el
liderazgo auténticamente educativo?, ¿Cuáles son las finalidades y los
horizontes más destacados en una comunidad educativa? Por lo que el autor cree que el carácter educativo
del aprendizaje depende en buena medida de la personalización educativa.
1.
El significado
de la educación personalizada y la tarea del profesor.
La personalización
educativa y la educación personalizada se centran en la misma realidad: la
persona humana y su singular capacidad de mejorar a través de la educación, es
decir, de forma única e irrepetible.
Por lo
tanto, se busca promover lo que diferencia cualitativamente a un alumno de los
demás, y lo que lo hace singular. Entonces,
el profesor tiene la misión de perseguir, acoger y estimular un proceso
formativo abierto a las cualidades y habilidades propias de cada alumno. La personalización consiste en apoyar la maduración
de cada individuo, en función de su capacidad para actuar libremente.
Por eso, la
educación personalizada “responde al intento de estimular a un sujeto para que
vaya perfeccionando su capacidad de dirigir su propia vida” (García Hoz, 1981,
p. 16). Y ésta se lleva a cabo en la
vida del estudiante por medio de la relación personal que se tenga con el
profesor.
2.
¿La
personalización educativa reclama el liderazgo o es suficiente solo una buena práctica
educativa?
Es importante
evaluar el rol del docente dentro y fuera de la escuela. En primer lugar, porque “en el aula
necesitamos buenos educadores más que líderes”.
Sin embargo, ¿es posible ejercer liderazgo sin ser líder? En cierto sentido general no, ya que no
existiría el liderazgo sin alguien quien lo ejecute. No así, el liderazgo educativo, ya que éste
se apoya en los educadores, lo cual conlleva un proceso de “dinamización e interiorización”,
que los profesores asumen para orientarse personalmente hacia nuevas metas. No obstante,
en la práctica, el liderazgo debe centrarse en el aprendizaje de los alumnos.
Por lo
tanto, para que exista liderazgo educativo, la persona tendría primero que ser
un educador, no propiamente un líder. De
ello se deriva que el liderazgo educativo implica escoger las finalidades en
función de su relevancia formativa, y la personalización es sin duda una de las
más importantes.
Concluimos así
pues, que el liderazgo educativo consiste en “el arte de influir sobre las
personas para que y trabajen con ilusión en la consecución de fines que
merezcan la pena” (Sonnenfeldm 2011, p. 69), y es una meta que vale la pena
para mejorar las aptitudes y predisposiciones personales, además de lograr que
el alumno adquiera y desarrollo las habilidades que le permitan conocerse mejor
y comprender su plena realización como ser humano, en busca de su madurez.
3.
El aporte
peculiar del liderazgo en el liderazgo educativo del profesor dentro del aula.
El profesor
debe poseer las siguientes vertientes:
·
Con su liderazgo, el profesor contribuye de
diversos modos a la definición y al desarrollo del proyecto educativo
compartido en la escuela donde trabaja. Las
metas perseguidas serán también el resultado de un trabajo en equipo.
·
En el contexto del aula, el liderazgo del
profesor se aprecia cuando intenta buscar la eficacia y el éxito de su trabajo,
para estimular el aprendizaje personal de los estudiantes. Para esto, es preciso descubrir y compartir
las metodologías sobre la enseñanza y ritmos de trabajo, y al mismo tiempo, las
metas que se intentan aclarar y promover.
Esto es una acción conjunta entre profesor y alumno.
·
El liderazgo tiene que ver también con la
capacidad de “influir” sobre los alumnos cuando éstos descuidan las verdaderas
metas educativas que la escuela quiere fomentar. En este sentido, el liderazgo del profesor en
el aula debe ser moral, ya que el liderazgo ético implica ejercer una
influencia que se oriente hacia unos valores y la responsabilidad por parte de
todos.
·
El liderazgo del profesor ha de basarse en una
visión positiva del porvenir de los estudiantes, transmitiendo energía y
confianza ante los retos futuros. Darles
una nueva meta de desarrollo personal, aunque no la estén buscando. Favorecer al estudiante es promover lo que me
permite ser mejor que antes, ya que si no se estimula, se frenará la
maduración. Entonces, el liderazgo del educador
consiste en poseer la firme convicción de tener un destino, y una posibilidad
de éxito.
·
El liderazgo del profesor empuja a los alumnos a
ejercer un liderazgo en primera persona, haciendo que participen en las
actividades de clase, tomando conciencia para que sepan ejercer una influencia
positiva sobre sí mismos y los demás, y que todos se beneficien de las
oportunidades que el liderazgo pueda ofrecerles para buscar y dar sentido a su
propia existencia.
4.
Un ejemplo
concreto de liderazgo del profesor: el POF italiano (Piano dell`oferta formativa).
El POF es
como la credencial de una escuela, determina los rasgos que la distinguen, el
proyecto pedagógico-cultural que la guía, su diseño curricular y
extracurricular, la didáctica y la organización de sus actividades. Por eso, la autonomía de las escuelas se refleja
precisamente en su contenido.
Por otro
lado, su realización efectiva depende en singular medida dela acción del
profesor en el aula y de su capacidad de liderazgo. Toda escuela expresa con claridad en el POF
sus metas y objetivos educativos. Y en
muchas instituciones también se valoran metas ligadas a virtudes cívica como: el
respeto, la tolerancia, la participación responsable, etc., e incluso la
ciudadanía.
El liderazgo
educativo en el aula del profesor es muy necesario y tiene diferentes vertientes,
tomando en cuenta la madurez y el desarrollo de los alumnos, el cual les permite
debatir con sentido crítico y de modo participativo sobre los asuntos y
cuestiones vitales en relación a materias humanísticas.
·
Con su liderazgo, el profesor orienta e impulsa
a los alumnos hacia esas metas.
·
El liderazgo del profesor ha de permitir a los
estudiantes participar en el proceso de definición concreta de las metas
formativas dentro del contexto de su aula.
·
El liderazgo del profesor es compartido, pues
sirve para construir un horizonte común y compartido, y ha de respetar y
aceptar lo que de forma conjunta ha sido descubierto.
Por todo lo
expuesto anteriormente, se puede decir que la educación personalizada responde al
intento de estimular a un sujeto para que vaya perfeccionando su capacidad de
dirigir su propia vida, por lo que precisa de un liderazgo formativo.
******************
No hay comentarios:
Publicar un comentario